Era un martes 25 de marzo. El reloj marcaba las 6:13 a. m. en Villa de las Bendiciones, un lugar donde el tiempo parecía suspenderse en un susurro eterno. A pesar del invierno, el sol matizaba el amanecer con tonos dorados, transformando la brisa fría en un aliento cálido.
Kike, con la mente aún enredada en los hilos del sueño, asomó por la ventana y fijó la mirada en las tres palmeras que había plantado el domingo. Había algo en su postura, en la forma en que se mecían con el viento, que le generaba un presentimiento inexplicable. No imaginaba que aquel día transformaría su vida.
Como todo ser humano, inició su rutina tras un puente festivo con cierta pereza. Sin embargo, algo dentro de él resonaba con una inquietud que no lograba descifrar. Se sumergió en sus hábitos matutinos: más de una hora de lectura lo transportó al mundo de Gabo, quien en sus relatos periodísticos le enseñó la importancia de narrar con el alma, sin depender de una grabadora mecánica. "Las noticias quedan incompletas cuando el periodista no escucha de verdad", reflexionó Kike. La idea de dedicarse al periodismo ya no le parecía descabellada.
Aquella mañana, llamó a varios amigos, pero notó en sus voces un tono de desgano, quizá secuela del feriado. Sintiendo una punzada de tristeza, se autoobservó y se percató de que algo en su interior no encajaba. Una sombra invisible lo envolvía sin motivo aparente. Solo en la tarde descubriría la razón.
Desayunó, regó las plantas, lavó la ropa, preparó el desayuno para Juanpis y salió a comprar víveres. Al regresar, Juanpis ya había desayunado. Kike le cocinó el almuerzo, escribió en su diario y plasmó un blog titulado "El Misterio de la Bendición Invisible". Mientras redactaba, comprendió que la historia fluía con una conexión mágica con las palmeras que había sembrado. Sentía que su escritura estaba evolucionando.
Por la tarde, recordó una lección de su maestro Pablo Arango sobre la polarización y la transmutación emocional según el Kybalion. Reflexionó sobre el vaivén de sus emociones y cómo podía evitar ser su esclavo. "Quien domine la polaridad podrá transformar su miedo en valentía, su tristeza en alegría", pensó. Comprendió que todo se trataba de grados: el éxito y el fracaso, el amor y el odio, el frío y el calor, todos eran manifestaciones de la misma energía en diferentes extremos.
Decidió poner en práctica un anclaje de PNL para transmutar su estado emocional. Se concentró, visualizó la alegría, realizó tres respiraciones profundas y cerró el puño con fuerza, activando un gesto de confianza. Sentía que dominando este principio podría ayudar a otros a iluminar sus propios abismos.
Plataformas dónde se encuentra: "Historias que inspiran la imaginación"‼️‼️🦉🎼
Esa noche, antes de dormir, dio gracias por el aprendizaje del día y se fijó un reto: vender tres libros de su primer obra: "Historias que inspiran al imaginación" al día siguiente, aplicando las enseñanzas del Kybalion. Si lograba controlar su interior, transformaría su realidad.
¿Lo conseguirá?
...Esta historia continuará.
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