Mostrando las entradas con la etiqueta 3. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta 3. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de marzo de 2025

"El Salto Cuántico de Kike: Entre Sueños y Desafíos"


 El lunes 10 de marzo amaneció con un brillo especial en Villa de las Bendiciones. A las 5:40 a.m., el sol asomaba tímidamente en el horizonte, mientras Kike despertaba sobresaltado de un sueño inquietante: se veía a sí mismo ante un público numeroso, luchando por encontrar las palabras correctas. El miedo a improvisar lo paralizaba, y la ansiedad le recorría el cuerpo como una tormenta interna. Al despertar, su mente seguía enredada en aquel sueño… ¿Era un presagio? ¿Un llamado? ¿Una prueba?

Se sentó en la cama, aún con el eco de sus pensamientos resonando en su interior. "Las personas que me rodean creen en mí, me motivan con sus palabras… ¿Pero cómo hacer que mi libro y mis blogs lleguen a millones de personas?". La pregunta pesaba en su alma. No había sido fácil este camino de escritor, pero escribir con verdad y pasión era su destino. Pensó en García Márquez, en sus días de penuria escribiendo Cien años de soledad, en su lucha y en la recompensa del destino.

Pero ahora, Kike se sentía solo, terriblemente solo. La editora había hecho su trabajo subiéndolo a las plataformas, pero ante el mar de libros que se publicaban cada día, su historia corría el riesgo de perderse en la inmensidad. ¿Cómo hacerlo visible? Las respuestas no llegaban, solo las tentaciones de pagar publicidad en redes, propuestas efímeras que exigían inversión. Él no podía darse ese lujo todavía.

Respiró hondo. No se rendiría. Se aferró a la pequeña luz de esperanza: Consuelito, su amiga en Nueva York, le había prometido que compraría el libro en Amazon y lo recomendaría en su círculo de amigos. Carlos Mayorga, un apasionado lector de eBooks, también se comprometió a adquirirlo y difundirlo. Ferchito, Carmencita, Don Manuel, Don Diego, Juan Carlos, Doña Ligia… todos ellos lo apoyaban sin que él siquiera se los pidiera. Celmira lo compartía en sus estados, expandiendo su mensaje. Había esperanza.

Esa mañana, Kike oró por esas personas que lo apoyaban y decidió tomar acción. Durante dos horas, llamó a todos sus contactos. La mayoría de las respuestas fueron un sí. Logró vender tres ejemplares más.

  • El primero a Don Ramiro, un empresario e ingeniero en electrónica, quien además era corredor junto a su esposa.
  • El segundo a Lisa y Camilo, amigos de carreras atléticas que entrenaban en Bogotá.
  • El tercero a Don Andrés, un ingeniero en telecomunicaciones que admiraba su estilo evocador y poético.

A las 3:00 p.m., salió trotando con los tres libros en su mochila. La oficina de mensajería estaba lejos, pero el sudor y el esfuerzo eran parte de su lucha. Luego, decidió buscar la Fundación Levi, a tres kilómetros de distancia, pero no encontró la dirección. Llamó, nadie respondió. El cielo se oscureció. Las gotas gruesas comenzaron a caer.

Sintió la adrenalina recorrer su cuerpo, aceleró el paso, sintiendo que la tormenta lo acechaba. Trotó con fuerza, desafió la lluvia, y al llegar a casa, un aguacero se desató con furia. Se hidrató, almorzó y, sin descanso, escribió dos blogs más.

La noche avanzó sin piedad. Cuando se dio cuenta, eran las 1:30 a.m. Exhausto pero satisfecho, se sumergió en el sueño, con la certeza de que había dado un paso más.

¿Qué le depararía el martes a Kike? ¿Quiénes más lo apoyarían? ¿Se abriría una puerta inesperada?

Esta historia continuará…

lunes, 10 de marzo de 2025

#El Mensaje de la Providencia


 El sol brillaba con fuerza aquel domingo 9 de marzo, como si la vida misma le concediera una tregua después de una semana de intensas lluvias. Kike cerró los ojos y dejó que la cálida luz acariciara su rostro. Recordó las entregas de los últimos días: el viernes y el sábado, cuando la lluvia lo sorprendió en el camino. Pero él no le temía a la lluvia; al contrario, la disfrutaba. En su mente, cada gota era un mensaje del universo, una señal que lo guiaba en su travesía.

Había algo misterioso en la forma en que todo se alineaba. ¿Era simple casualidad o un mensaje divino? La conexión entre Kike, la Providencia y el universo se hacía cada vez más evidente. Mientras meditaba sobre aquellos días, recordó lo que lo había llenado de gratitud: a pesar del clima, había logrado vender tres libros diarios. Era como si una fuerza superior estuviera empujándolo suavemente hacia su destino.

Los Envíos del Viernes

El primer libro viajó a Soacha, donde su vieja amiga Toñita lo esperaba. Su amistad se remontaba a años atrás, una época de risas, aprendizaje y crecimiento personal junto a su esposo, a quien ella llamaba cariñosamente “El Sapito”. Kike, conmovido por su perseverancia, les dedicó unas palabras de gratitud.

El segundo ejemplar llegó a Medellín, a manos de Jesús Moreno, su antiguo compañero de la Inmobiliaria Real State. Diez años habían pasado desde aquellos días de aprendizajes y ventas, pero Jesús seguía siendo el mismo hombre generoso y visionario que siempre había admirado.

El tercer destino fue el hogar del ingeniero Helver Beltrán, un hombre de principios, experto en la instalación de equipos corporativos y cámaras de seguridad. Kike veía en él un ejemplo de integridad y compromiso, valores que lo motivaron a escribir una dedicatoria especial para él y sus hijos.

Las Ventas del Sábado

La racha continuó al día siguiente. El primer libro fue para William Vargas, su amigo de más de cincuenta años. Su lema, "¡Sí, señor!", reflejaba su espíritu positivo y su energía inquebrantable. Kike sonrió al escribir su dedicatoria, recordando tantas anécdotas juntos.

El segundo destino fue para Jairo Gómez y su esposa Rocío, una pareja de emprendedores que jamás se rendían. Kike admiraba su fortaleza y su capacidad para reinventarse a pesar de las circunstancias. Su libro llevaba un mensaje de perseverancia y fe en el futuro.

El último envío del día fue para José Dionisio Lozano, su colega en el mundo inmobiliario. Un maestro en el arte de manejar objeciones, José había sido una fuente de aprendizaje invaluable. Ahora, Kike le devolvía el favor con palabras de inspiración y gratitud.

El Domingo de Revelación

Mientras contemplaba aquel domingo soleado, Kike sintió que la Providencia le hablaba a través de cada uno de esos encuentros, a través de cada libro entregado, de cada historia compartida. Sabía que aquello no era una simple coincidencia. Algo más grande estaba en juego, una verdad oculta tras los detalles de su día a día. Un propósito, un sendero que apenas comenzaba a descubrir.

Se propuso continuar su hazaña desde el lunes, manteniendo la disciplina, la fe y la determinación. Sabía que la historia... continuaría.

jueves, 9 de enero de 2025

#El Misterio del 9: Un Llamado del Universo


 Eran las 6:39 de la mañana en una zona apartada de Silvania, en la enigmática Villa de las Bendiciones, un lugar donde el tiempo parecía detenerse y el aire estaba cargado de magia. Kike despertó de un sueño profundo, sintiendo un extraño impulso que lo mantenía pegado a las cobijas. Era como si algo invisible le susurrara al oído, tentándolo a ceder al confort. Pero en su interior, una voz firme se alzaba: "El ego no puede ganar hoy."

#cantar de una #mañana en "Villa de las Bendiciones"...donde el tiempo parece detenerse!!!

El cielo, teñido de nubes naranja sobre un lienzo azul, anunciaba un gran día. Los gallos cantaban a lo lejos, y los pájaros, con su insistente picoteo en la ventana, parecían invitarlo a levantarse. Sin embargo, la pereza lo dominaba. Cerró los ojos un instante, buscando en su interior el coraje para vencer aquella tentación. Fue entonces cuando meditó profundamente, recorriendo cada célula de su cuerpo y recordando las sincronías del día anterior.

La tarde anterior, al publicar su blog número 111, una revelación numérica lo sorprendió: el 111 sumaba 3, un número que siempre había resonado en su vida como símbolo de armonía y conexión universal. Ese día también enfrentó una decisión difícil que lo hizo sentir solo y desamparado. Sin embargo, justo en el momento más oscuro, una solución inesperada apareció como un faro en medio de la tormenta. Entendió que el temor y la indecisión eran enemigos internos, y que su mejor arma contra ellos era la meditación y la autoobservación.

La noche anterior, su amigo Ricky había dejado un mensaje que todavía resonaba en su mente:
"El misterio del 9 no solo nos conecta con nosotros mismos, sino que nos invita a trascender lo cotidiano. Nos llama a despertar la conciencia y encontrar armonía en lo que nos rodea. Si más personas se conectaran consigo mismas y con el propósito de sus vidas, el mundo sería más equilibrado y lleno de significado."

Esa conexión con el número 9 no era nueva. Desde 2016, un año marcado por este número, el 9 había comenzado a manifestarse en su vida de formas que nunca imaginó. No era casualidad. Era un llamado del universo, una guía silenciosa que le mostraba el camino. Su esposa Linda, su primera confidente, y su amigo Oscar Rico, un compañero de tertulias en Bogotá, habían sido testigos de este despertar. Ambos lo alentaron a explorar las profundidades de este misterio y a compartir sus hallazgos, aunque al principio pocos los comprendieran.

Con el tiempo, Kike comenzó a notar que el 9 aparecía en los momentos más significativos de su vida. Su propia fecha de nacimiento, 05-12-1963, escondía tres nueves. Incluso el año actual, 2025, volvía a sumarse al enigma del 9. Cada una de estas coincidencias le confirmaba que estaba en el camino correcto, que el universo tenía su propia manera de comunicarse.

El 9, un número universal, representaba el final de un ciclo y el comienzo de otro. En su vida, había sido la clave para encontrar claridad, gratitud y propósito. Lo había llevado a logros tangibles como sus libros y blogs, pero sobre todo, a una conexión más profunda consigo mismo y con lo divino.

Un Llamado Universal

En un mundo donde lo cotidiano muchas veces eclipsa lo esencial, Kike encontró en el 9 una chispa que iluminaba su camino. Pero este no era solo su mensaje, sino un llamado para todos. Tal vez no sea un número para otros; quizás sea un sueño recurrente, una pasión olvidada o una señal aparentemente trivial. Lo importante es detenerse, observar y conectar.

El universo habla constantemente, pero solo quienes aprenden a escucharlo descubren su verdadera magia. La invitación de Kike es clara: "Descubre tu propio misterio, aquello que te inspire a crecer, a explorar tu potencial y a ver más allá de lo evidente. Porque si algo tan simple como un número pudo transformar mi vida, imagina lo que podría hacer en la tuya."

El misterio del 9 no es solo un número. Es una llave, un portal hacia el descubrimiento de lo divino en lo cotidiano. ¿Estás listo para escucharlo?

sábado, 16 de noviembre de 2024

#El Faro de Esperanza de Kike


 Era un anochecer de calma tras una tarde de lluvia torrencial en una región bañada por ríos de aguas cristalinas, nacidos de las montañas que, con las lluvias, aumentaban su caudal con furia majestuosa. A 600 metros de Silvania, en una casa con una vista privilegiada hacia una naturaleza exuberante de palmeras tropicales, árboles frutales y flores multicolores, Kike disfrutaba de la armonía que solo un paraíso terrenal podía ofrecer.

El canto de los grillos componía una sinfonía que envolvía en paz interior. Había terminado de almorzar un plato inusual para su rutina: frijoles cabecita negra, preparados sin olla a presión, acompañados de carne, plátano verde, cebolla, ajo y tomate al vapor. Todo fue servido con arroz integral con verduras y un jugo fresco de zanahoria. Aquella comida no solo llenó su cuerpo, sino que, al sentarse a escribir, sentía cómo su espíritu se nutría también.

Esa noche, Kike reflexionaba sobre los tres deseos que solo él y Dios conocían. Uno ya se había cumplido seis meses atrás; el segundo estaba en camino, esperando su momento justo; el tercero, aunque más distante, lo había dejado en manos del Universo. Mientras meditaba, cayó en cuenta de una conexión especial que había comenzado a notar en su vida: la recurrencia del número 9 y los múltiplos de 3.

El Poder del Número 9 y Su Significado Bíblico

Según la Biblia, el número 9 simboliza plenitud y perfección divina. Es el número de los frutos del Espíritu mencionados en Gálatas 5:22-23, y representa la realización de los planes de Dios. Para Kike, estas asociaciones no eran casualidad. Cada vez que sumaba los números significativos de su vida, siempre encontraba el 9 o el 3, reafirmando su convicción de que estaba en sintonía con algo mayor.

Nació el 5-12-1963: al sumar las cifras y dividir, daba 3. Su libro tenía 48 capítulos: 4+8 = 12, dividido por 3. Incluso el precio de su libro reflejaba esta conexión: 18 euros la versión física y 9 la digital. Kike recordaba con asombro que cuando escribía después de despertarse a las 3:33 a.m., las ideas fluían con una claridad inusual, casi mágica.

Tesla y las Llaves del Universo

Kike también se inspiró en Nikola Tesla, quien consideraba al 9 como la clave del Universo. Tesla vivía obsesionado con los múltiplos de 3, un patrón que veía en la naturaleza y en las leyes fundamentales de la realidad. Esto resonaba profundamente en Kike, quien había adoptado hábitos para alinearse con este número mágico. Entrenaba 18 kilómetros, hacía 15 o 18 repeticiones en ejercicios, y, al llegar a casa, daba tres vueltas alrededor antes de entrar.

Esta disciplina no era superstición; era un recordatorio constante de su conexión con lo divino y con el orden universal.

Transformación a Través de la Fe y la Autoexploración

En los meses recientes, Kike había enfrentado un desafío inesperado: la ausencia de su esposa e hijo, quienes estaban acompañando a su suegra en una delicada operación. Los primeros días fueron difíciles, pero pronto transformó la soledad en una oportunidad para crecer. Se sumergió en la lectura de la Biblia, donde encontraba mensajes de sabiduría, y en obras literarias que le prestaban en la biblioteca local.

Kike aprendió a canalizar sus emociones a través de la escritura, la meditación y el atletismo. En los momentos más difíciles, recitaba mantras y se refugiaba en la práctica del yoga, fortaleciéndose tanto física como espiritualmente. Con el tiempo, la autodisciplina y la fe en sí mismo le permitieron superar obstáculos que parecían insuperables.

Una Enseñanza para Todos

La historia de Kike nos enseña que, al confiar en nosotros mismos y en un propósito mayor, podemos superar las adversidades más grandes. Así como el número 9 se alinea con la perfección divina, nuestras vidas pueden alinearse con el éxito y la realización si encontramos la libertad y la creatividad en nuestro interior.

Tal como decía Tesla, "Si supieras la magnificencia del 3, 6 y 9, tendrías la llave del Universo". Kike es un faro de esperanza que nos invita a buscar esa llave dentro de nosotros mismos.

"Seguidores"

🌙 El Misterio de los Tres Encuentros

  Érase un miércoles 27 de agosto, cuando el alba emergía sobre una tierra humedecida por el rocío. La alameda dorada, hacia la curva de sen...