Mostrando las entradas con la etiqueta mensaje divino. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta mensaje divino. Mostrar todas las entradas

viernes, 7 de marzo de 2025

#El Reto de Kike: Entre la Fe y la Voluntad


 Era un lunes 3 de marzo. El reloj marcaba las 5:40 a.m. en Villa de las Bendiciones, un lugar donde el tiempo parecía detenerse en un tibio amanecer, al compás del canto de los pájaros de colores, que ofrecían un concierto digno de inspirar a cualquier poeta. Kike, asomado por la ventana, contemplaba el horizonte como buscando inspiración. Para él, aquel día representaba un desafío triple: recoger anécdotas para un reportaje sobre la entrega de insumos agropecuarios a los campesinos beneficiarios del programa de la UMATA, colaborar voluntariamente con el ingeniero Wilson García y la ingeniera Martha Poveda en la distribución de los insumos, y finalmente, terminar su blog: El Umbral de los Sueños: El Nacimiento de 'Historias que Inspiran la Imaginación', donde narraba la historia de su primer libro.

Aquel lunes, Kike realizó su acostumbrada rutina, aunque el tiempo no le alcanzó para los ejercicios de fortalecimiento. Aún persistía la neuralgia que lo aquejaba desde el sábado, tras salir de la reunión en el Mirador Artístico. Le preocupaba que el dolor interfiriera en su ayuda a don Wilson, pero su espíritu batallador lo impulsaba a continuar. Salió de casa a las 7:47 a.m. con la idea de desayunar más tarde. En el camino se encontró con don Alfredo Contreras y su esposa, Olga Lucía Poveda, quienes, al saber de su destino, le ofrecieron llevarlo en su camioneta hasta la alcaldía.

Al llegar, Kike subió al segundo piso y encontró a don Wilson, quien lo recibió con un abrazo fraterno antes de partir en su moto rumbo a la plaza. Kike recorrió los 500 metros a pie, sintiendo que algo en su cuerpo no marchaba con la misma energía de siempre. Sin embargo, su voluntad lo mantenía firme. Al llegar a la plaza, la emoción lo invadió al ver a los campesinos y líderes esperando con ilusión la entrega de insumos. Saludó a la ingeniera Martha, al director de la UMATA, Dr. Leonardo Carrillo, y al equipo de colaboradores. Wilson comenzó a entregar 18 fichas a cada líder, donde se destacaba la Dra. Olga Romero, defensora de las personas vulnerables a través de su Fundación: Ayúdanos a Ayudar a Colombia.

La entrega comenzó con un acto protocolario encabezado por el alcalde José Ricardo Pulido Garzón y su equipo. Kike transmitió el evento en vivo por Facebook, donde fue visto por 242 personas. La jornada avanzó y Kike se encargó de entregar las semillas, hasta que un imprevisto surgió: le pidieron trasladar 10 bultos de abono. Con la molestia en su espalda, supo que la tarea sería ardua. Justo cuando se preguntaba cómo llevaría los cinco bultos restantes, apareció doña Martha Torres, fiel seguidora de su blog y su libro. Con una sonrisa solidaria, le ofreció llevarlos en su camioneta. Kike sintió una profunda gratitud y, en ese instante, el dolor que lo aquejaba desapareció. Un escalofrío recorrió su cuerpo. ¿Sería una simple coincidencia o un mensaje divino?

La lluvia sorprendió la jornada sobre las 3:00 p.m., pero los campesinos, indiferentes al aguacero, seguían cargando sus insumos con determinación. Hacia las 6:30 p.m., un 80% de los insumos ya habían sido entregados. Nadie había tenido tiempo de almorzar, y don Wilson, desde su generosidad habitual, pidió sándwiches para todos. Kike, quien había soportado la jornada con un sobre de Biocros en su mochila, sintió el alivio de la comida compartida. Al final del día, don Wilson le ofreció una retribución inesperada, un gesto que Kike recibió con humildad y gratitud. En ese momento recordó los días en que acompañaba a don Wilson en las clausuras en las veredas y le decía: "Cuánto desearía trabajar directamente con la alcaldía de Silvania, ayudando en esta noble labor de orientar al labriego". A lo que don Wilson, con su entusiasmo característico, respondía: "Kike, tú ya trabajas con la alcaldía, pero gratis, porque con cada blog que escribes, inspiras al mundo sobre la vida en el campo".

Aquella noche, a pesar del cansancio, preparó su cena con pasta, arroz y sardinas, acompañados de jugo de zanahoria. Un café recargado le dio el impulso final para terminar su blog. Al recostarse, sintió su cuerpo agotado pero satisfecho. Volvió a recordar el instante en que doña Martha se ofreció a ayudarlo y cómo, en ese preciso momento, desapareció su neuralgia. Miró al techo y susurró: "¿Por qué a veces dudo de que Dios está siempre a mi lado?". Aquel lunes 3 de marzo le dejó una enseñanza: vivir en estado de gracia es un reto constante, pero cada día trae sus propias señales.

…Esta historia continuará…

jueves, 20 de febrero de 2025

#El Misterio de los Diez Minutos Perdidos


 Era una mañana cálida en Villa de las Bendiciones, donde el tiempo parecía detenerse. Marcaban las 5:58 a.m. y el sonido celestial de la naturaleza despertaba a Kike. Los pájaros de colores revoloteaban y picoteaban su ventana mientras los primeros rayos del sol se filtraban por las cortinas. Había dormido poco, apenas cuatro horas, pero sentía una energía especial. Hoy era un día importante: tenía una cita con el alcalde Ricardo Pulido para discutir unos cursos del SENA y algunos asuntos personales.


A las 7:32 a.m., bien presentado con pantalón café y camisa de rayas, Kike salió rumbo a la alcaldía. Caminó despacio, absorbiendo cada instante del paisaje matutino. Al llegar a las 7:40 a.m., se encontró con su amigo Wilson, quien lo recibió con alegría. Se dirigieron a la oficina de Wilson, donde compartieron un tinto bien cargado, propio de la región. Entre sorbos y risas, hablaron sobre las entregas de insumos, semillas y plantas que se realizarían a las familias capacitadas a final de año.

Mientras esperaba a la Dra. Olga Romero, Kike intentó agendar su cita con el alcalde, pero la secretaria le informó que no estaría en la oficina hoy. Estaba organizando la celebración de los 90 años de Silvania. Kike lo comprendió de inmediato; habría que esperar unos días más.

Cuando finalmente llegó la Dra. Olga, junto con "el Paisita", discutieron el itinerario de la celebración y el reinado. Kike, sin embargo, no podría asistir; sus compromisos en Villa de las Bendiciones lo reclamaban. Al salir de la alcaldía, Wilson lo presentó con entusiasmo: "Paisa, este es Kike, el escritor y poeta de Silvania". Compartieron otro tinto en un puesto de jugos, riendo y conversando sobre la entrega de insumos el lunes, cuando Kike escribiría un blog sobre el evento.

Terminada la charla, Kike se dirigió a hacer unas compras para su almuerzo. En su recorrido, observaba todo a su alrededor, concentrado en el presente, hasta que se topó con la iglesia. Sintiendo un llamado interno, entró. En el silencio del templo, una única persona oraba en un rincón. Se arrodilló frente a la imagen de María Auxiliadora y cerró los ojos. Con toda su alma, le pidió a Dios que pusiera el momento adecuado para su entrevista con el alcalde y le agradeció por la sabiduría e inspiración para escribir historias que transformaban vidas.


Unos minutos después, el hombre que estaba orando se acercó y Kike le pidió que le tomara una foto junto a la imagen de la Virgen. Se la tomó, se despidieron y Kike quedó solo en la iglesia. Miró su reloj: 10:32 a.m. Cerró los ojos y, de repente, una luz lo envolvió. No pensaba en nada, solo sentía una paz indescriptible. Cuando abrió los ojos, miró nuevamente su reloj: 10:42 a.m. ¡Habían pasado diez minutos que parecieron apenas unos segundos! Durante ese tiempo, nadie había entrado ni salido. Se encomendó una vez más y salió del templo con el corazón acelerado.

Recordó entonces la historia de un famoso actor norteamericano que tuvo una experiencia similar en una iglesia y que, a partir de ese momento, su vida cambió para siempre. Kike sintió que algo grande estaba por sucederle.

Al regresar a Villa de las Bendiciones, revisó su celular. Un mensaje de su amiga Luz Dary lo esperaba:

"Hola, don Jaime. Escribo para felicitarlo por descubrir ese don de la escritura y para agradecerle por permitirnos disfrutar de una buena lectura. En la sencillez está la elegancia de la vida. Historias sencillas, pero transformadoras. Solo me resta agradecer por tan hermoso libro".

Kike sintió un nudo en la garganta. No podía creer el impacto que su libro estaba teniendo en los demás. Sentía que su sueño de inspirar y transformar corazones en el mundo estaba tomando forma. Su libro sería pronto un best seller, lo presentía en cada mensaje de gratitud que recibía.

Con el alma llena de gratitud, preparó su almuerzo: arroz con verduras, alverja sudada con pollo y jugo de guatila cruda con cáscara, hielo, azúcar y medio limón. Le sorprendió que el sabor se asemejara al kiwi. Y, como si fuera poco, logró hacer una mermelada de guayaba natural con frutas casi maduras que tenía en la nevera.

Después, investigó sobre el silencio en las iglesias y encontró algo revelador:

"Experimentar el silencio en una iglesia católica puede ser una forma de acercarse a Dios y encontrar una unión con Él. El silencio ayuda a concentrar la mente y a orar. Es una condición necesaria para escuchar la voz de Dios y encontrar una nueva energía".

Kike comprendió que esos diez minutos en la iglesia no fueron casualidad. Había vivido un instante sagrado, un mensaje divino que aún no terminaba de descifrar. Su historia, apenas comenzaba...

Esta historia continuará...

"Seguidores"

🌙 El Misterio de los Tres Encuentros

  Érase un miércoles 27 de agosto, cuando el alba emergía sobre una tierra humedecida por el rocío. La alameda dorada, hacia la curva de sen...