miércoles, 25 de septiembre de 2024

William y Nicolás: Una Historia de Honestidad, Ayuda y Sueños Cumplidos

 

Nicolás era un joven de 26 años que trabajaba en un Juzgado Civil en Bogotá. Siempre se destacaba por su amabilidad y disposición a ayudar a quienes llegaban con dudas o problemas legales. Además, era un joven apasionado por el conocimiento, no solo de su carrera como estudiante de Politología en la Universidad Libre, sino también por las culturas e historias de Europa y Asia, que lo fascinaban desde pequeño. Su mayor sueño era viajar y conocer esos continentes que tanto le atraían, y tanto era su interés que coleccionaba libros sobre las civilizaciones orientales, aprendiendo cada día un poco más sobre esos lugares lejanos.

Un día, la rutina en el juzgado cambió cuando llegó William, un hombre de negocios de 40 años, preocupado por la situación de uno de sus empleados. Este empleado estaba a punto de perder su apartamento debido a un retraso en los pagos. William, angustiado por el bienestar de su trabajador, confiaba en que algo se podría hacer. Fue entonces cuando Nicolás, con su dedicación y atención al detalle, revisó minuciosamente el expediente y descubrió que el demandante no había notificado correctamente el vencimiento del pago. Gracias a este hallazgo, Nicolás redactó un oficio solicitando la presencia del demandante en el juzgado para corregir el error.

Cinco días después, el demandante se presentó en el juzgado y, al darse cuenta de su error, retiró la demanda y ofreció disculpas. La situación se resolvió gracias a la honestidad y el compromiso de Nicolás, quien no dejó pasar por alto el detalle crucial que había salvado el apartamento del empleado de William.

Agradecido por la ayuda que Nicolás brindó a su trabajador, William decidió invitarlo a almorzar. Durante la comida, William compartió su propia historia con Nicolás, una historia de lucha y superación. De niño, a William y a su familia les quitaron su casa. Quedaron en la calle y tuvieron que ganarse la vida vendiendo empanadas y lavando buses en un paradero. Sin embargo, con el tiempo, su familia perfeccionó tanto la receta de las empanadas que llegaron a abrir varios puntos de venta. Con las ganancias, comenzaron un negocio de compra y remodelación de casas, y, con trabajo duro y perseverancia, prosperaron en cada nuevo emprendimiento.

La experiencia de perder su hogar había marcado a William profundamente. Se juró a sí mismo que, si algún día estaba en condiciones de ayudar a alguien en una situación similar, lo haría sin dudarlo. Su encuentro con Nicolás fue la oportunidad perfecta para cumplir esa promesa.

Después de narrar su historia, William le preguntó a Nicolás cuál era su mayor sueño. Nicolás, con timidez y sinceridad, le confesó que su sueño era viajar en avión. Siempre había soñado con volar y descubrir el mundo más allá de las páginas de sus libros. William, conmovido por la honestidad y humildad de Nicolás, le propuso algo inesperado. Le pidió que lo representara en una diligencia en la ciudad de Cali. Al escuchar esto, Nicolás aceptó con entusiasmo, pero la verdadera sorpresa llegó cuando William, de inmediato, llamó a su secretaria y le pidió que comprara un boleto de primera clase para Nicolás.

La emoción de Nicolás fue indescriptible. Saltó de alegría, abrazó a William con gratitud y le agradeció profundamente, no solo por haber hecho realidad el sueño de volar, sino también por ser un ejemplo de generosidad y justicia. El gesto de William quedó grabado en el corazón de Nicolás, quien aprendió que la bondad y la ayuda desinteresada son valores que pueden transformar vidas.

Esta historia es un testimonio de cómo la honestidad y la disposición de servir al prójimo pueden cambiar el destino de una persona. Nicolás, con su integridad y profesionalismo, ayudó a salvar el hogar de un empleado, y William, con su generosidad y empatía, hizo realidad el sueño de un joven que siempre había anhelado volar.

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente historia, como dice el dicho: "el que no vive para servir, no sirve para vivir"

"Seguidores"

🌙 El Misterio de los Tres Encuentros

  Érase un miércoles 27 de agosto, cuando el alba emergía sobre una tierra humedecida por el rocío. La alameda dorada, hacia la curva de sen...