Jaimito El Mejor: Un Viaje de Energía y Naturaleza en Silvania!

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Dios cuide a Silvania Este hermoso pueblo, cuyo nombre significa “bosque”, es un rincón encantador lleno de naturaleza exuberante y lugares mágicos. Sus calles están pobladas por mujeres virtuosas y hombres nobles, personas que reflejan los valores más puros y sinceros. Vivir en Silvania es sumergirse en un oasis de paz y belleza, donde cada día es una nueva oportunidad para conectarse con lo más esencial de la vida.

Hoy, mi día comenzó con una profunda conexión espiritual. Al despertar, medité y di gracias a Dios por todo lo que me ha dado. Visualicé mi día, me autoobservé y, con una oración en el corazón, envié impulsos de amor a mi esposa, a mi hijo Juanpis, y a la maravillosa Naturaleza que me rodea. Sentí cómo la energía infinita y celestial del Cosmos fluía hacia mí, llenándome de vitalidad.

Después de hidratarme con un vaso de Agua Blu, que parecía nutrir cada célula de mi cuerpo, realicé una serie de meditaciones positivas enfocadas en la respiración y en los 7 Chakras. Escribí mis oraciones y afirmaciones positivas, y luego me sumergí en las páginas de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. A medida que leía, me sentía transportado a ese mundo épico de Macondo, casi como si penetrara en la mente del maestro escritor.

Con mi mente clara y mi cuerpo lleno de energía, realicé algunos ejercicios de fuerza y articulaciones, preparándome para un entrenamiento especial. Hoy, mi objetivo era correr 11.82 kilómetros desde Villa de Las Bendiciones hasta el final de la vía Los Condominios, donde nacen las rutas hacia Fusa y Tibacuy.

El sol brillaba con una intensidad suave, acariciándome con una temperatura perfecta de 25 grados. Mientras avanzaba, cada metro que recorría se convertía en una experiencia cinematográfica. Apreciaba la naturaleza tropical que rodea a Silvania, el trinar de las aves y el silencio infinito de la exuberante vegetación.

A lo largo del camino, me crucé con personas que salían a caminar con sus mascotas. Sus saludos llenos de admiración me motivaban a continuar con más pasión. En el regreso, un jardinero que podaba una pared natural me felicitó y me contó que le gustaba correr. Me pidió que lo invitara la próxima vez, y así, de manera espontánea, hice un nuevo amigo, como lo hacen los niños, sin ataduras ni paradigmas.

A medida que me acercaba a la meta, faltando apenas 600 metros para llegar a casa, sentí una inspiración repentina. Decidí crear un video, capturando el recorrido desde Choriloco hasta La Villa De Las Bendiciones. Lo logré en poco más de 4 minutos, sintiéndome completamente satisfecho con lo que había logrado.

Al final del día, no solo había completado un entrenamiento desafiante, sino que también había fortalecido mi cuerpo y mente. Este recorrido me llenó de oxígeno y me inspiró a ser más creativo, a seguir narrando historias desde el aquí y el ahora, siempre con la misma pasión con la que corro y vivo cada instante.