domingo, 24 de noviembre de 2024

#"Silvania, Ecos de Acordeones y Sueños Compartidos"

 

Era un 23 de noviembre cuando el sol tímidamente besaba la tierra fértil de Silvania. La mañana serena traía consigo un viento suave que parecía susurrar secretos al oído de quienes se preparaban para un día extraordinario. La temperatura, digna de un paraíso, envolvía el municipio en una atmósfera que prometía magia.

En la emblemática Cancha Acústica, desde las 8:00 a.m., se daba inicio al esperado “Tercer Festival Vallenato de Silvania”, un evento donde los corazones latían al ritmo de los acordeones. Entre paseos, merengues, sones y puyas, los niños, jóvenes y aficionados llenaban de vida el lugar, mientras los jueces se dejaban encantar por los talentos nacientes y los turistas se convertían en parte del espectáculo.





Los emprendedores, guardianes de sueños hechos realidad, adornaban los kioskos como si fueran cofres repletos de historias. En cada rincón, los productos parecían cobrar vida, contando relatos de esfuerzo y pasión. Lia Pérez, con su repostería Zonadeli, ofrecía dulces que no solo alimentaban el cuerpo, sino también el alma. Paola Bravo, con su marca Choco Amor, transformaba el cacao en pequeñas obras de arte. Mientras tanto, Rocío Segura, con su emprendimiento Manos Creativas, tejía el tiempo con hilos de esperanza, mientras doña Aurora Gaitán Villamil comercializaba unos hermosos llaveros alusivos a mensajes de inspiración donde hace 27 años en el año 1.997 tuvo una revelación a través de un sueño de su emprendimiento "Variedades Juliana" donde ha sacado su emprendimiento adelante a nivel familiar con su esposo e hija.

Entre los asistentes, además de los emprendedores y artistas, se encontraba Jaimito el Mejor, un atleta, escritor y soñador reconocido por su carisma y pasión por la vida. Durante el evento, Jaimito aprovechaba cada oportunidad para compartir detalles sobre su próximo libro, un proyecto inspirado en sus experiencias y las historias de su tierra. Con su sonrisa característica, iba de kiosko en kiosko, conversando con los visitantes y dejando mensajes llenos de motivación.

“Este libro no solo será mío, será de Silvania y de su gente”, decía. “Cada página busca capturar la esencia de nuestra comunidad, la fuerza de los sueños compartidos y el poder de la unión”.

Jaimito no solo hablaba de su obra, sino que inspiraba a todos a creer en sus propios proyectos, recordándoles que las historias tienen el poder de transformar vidas, empezando por las de quienes las cuentan.

Entre el bullicio de los asistentes, cada expositor narraba su propio cuento:

  • Martha Gonzales, con su puesto Frutas y Verduras Marthica, ofrecía frescura y calidad en cada pieza.
  • Iván Romero, con sus Huevos Criollos, llevaba el sabor auténtico del campo a las mesas.
  • Milton Pérez, con su tradición de Lechonería Finca Monserrate, ofrecía una delicia que evocaba reuniones familiares.
  • Karen Casto, con su marca FresiAleja, llenaba el ambiente de dulzura con sus fresas.
  • Rocío Segura, con Variedades Juliana, mostraba 27 años de historia tejida con creatividad.
  • Luis Carlos, desde la Prensa de la Alcaldía, capturaba cada instante memorable del evento.
  • Carmen Bonilla, con Amor y Clochet, fusionaba elegancia y tradición en cada creación.
  • Muñeco Navideño y su arte en Foami daban vida a decoraciones llenas de magia.
  • Arley Rodríguez y Jasmín Roa, con su marca Artesanía Claro Oscuro, destacaban por su maestría en contrastes artísticos.
  • Miyu Alarcón, con 20 años en las artes plásticas, llenaba el espacio de color y originalidad.
  • Nad Hortua, con su marca Tintaxx, demostraba que la innovación también tiene raíces en Silvania.
  • Marlon Burgos, con 12 años de trayectoria en artes plásticas, ofrecía un recorrido visual lleno de emociones.
  • Jairo Melo, embajador del turismo regional, invitaba a descubrir los secretos de Silvania.
  • George de la Selva, con su carisma único, realizaba entrevistas mágicas que quedaban en el recuerdo.
  • Jheraldine y Wilfer, desde la Casa de la Mujer, brindaban apoyo constante a los emprendedores.

Los turistas, llegados de diversas regiones, se mezclaban con los locales en una danza de hermandad. Caminaban por los kioskos, probaban sabores auténticos y escuchaban anécdotas contadas con orgullo. En el centro de todo, el Combo Nuestra Tierra envolvía a todos con su música, haciendo que hasta el viento pareciera bailar al compás del vallenato.

https://youtu.be/r79--fGqyXg

https://youtu.be/VZta1u60OCw

https://youtu.be/fjSNh-htwBw?feature=shared

 día no solo era una celebración de cultura, sino una oda a la unidad. Silvania se erguía como un ejemplo vivo de cómo la fuerza comunitaria puede transformar los desafíos en victorias. Entre los acordes y las risas, la convivencia pacífica de Cundinamarca brillaba como un faro, dejando claro que cuando los sueños se comparten, no hay límites para lo que se puede lograr.

Así, cuando el sol se despidió tras las montañas, dejando un cielo pintado de tonos dorados y rosados, la jornada quedaba grabada en los corazones de todos. Silvania había hablado al mundo, recordándonos que la magia está en las manos unidas, en las historias compartidas y en los sueños que, como semillas, crecen para florecer en algo mucho más grande que nosotros mismos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por el aporte y la visión de mostrar nuestra región, nuestras costumbres y nuestra gente… que día a día trabaja para forjar un mejor mañana

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