Desde pequeño, Steven se destacaba por su inteligencia y timidez. En la escuela, brillaba especialmente en las clases de Geografía e Historia. Los profesores lo consideraban un ejemplo a seguir, no solo por sus sobresalientes calificaciones, sino por su capacidad de visualizar los eventos históricos como si realmente viajara al pasado. Esta habilidad lo convertía en el mejor de su clase, y sus compañeros lo admiraban y recurrían a él para aclarar dudas. Su desempeño fue tan notable que se ganó el derecho a participar en los paseos organizados para los estudiantes más destacados.
A pesar de su éxito académico, Steven se sonrojaba cada vez que los profesores hablaban de él en clase, destacando su excelencia. A los 17 años, comenzó a buscar trabajo, y su tío lo recomendó en una empresa de archivos. El gerente, impresionado por su potencial, lo entrevistó varias veces, pero nunca había vacantes disponibles. La madre de Steven le sugirió que dejara de insistir, pero él, decidido a aprender y enfrentar nuevos retos, fue una vez más.
Esta vez, el gerente, tras rascarse la cabeza, le habló con sinceridad: "No hay vacantes, pero puedo ofrecerte cuidar los autos de los clientes. Te pagaré un sueldo y te daré un buen uniforme". Steven, feliz por la oportunidad, aceptó el trabajo. Para su sorpresa, los clientes, agradecidos por su dedicación, comenzaron a darle generosas propinas, llegando a ganar más de tres veces su sueldo semanal.
Seis meses después, el jefe lo llamó y le dijo: "He visto que te ha ido bien cuidando autos. Ahora quiero darte la oportunidad de trabajar en la bodega, sacando copias de archivos". Steven aceptó con entusiasmo y rápidamente aprendió las tareas asignadas. Tres meses después, fue promovido a otro departamento, y su atención al cliente no pasó desapercibida. Los clientes, agradecidos, continuaron dándole propinas que superaban su sueldo.
Así, pasaron 11 años en los que Steven fue ascendiendo de puesto en puesto, hasta convertirse en secretario general, con un conocimiento profundo en todos los temas de la empresa. Pero la historia de Steven no termina aquí, continuará en otro capítulo...
2 comentarios:
Liinda historia de vida, muy agradable, de leer, y nos muestra que con buena aptitud y deseo de superacion se pueden ir logrando las cosas. Además,está historia queda en continuación, fenomenal
Don Jaime, linda historia de vida, resalta los buenos valores que podemos desarrollar en el diario vivir, como la aptitud, el deseo se colaborar o servir de la mejor manera, de aprender, de superarse, de persistir,en fin. Además, está narración escrita queda en continuación, fenomenal...fenomenal. Muchas felicitaciones, cada vez mejor.
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